Sí, sí, sí, lo sé, es el Talón de Aquiles que tenemos todos. Pero ahora ya nunca más nos saldrá un rojo rosado, ni un negro grisáceo.
De forma fácil y sencilla como siempre intento explicar las técnicas y trucos lo conseguiremos. Sólo hay que seguir los pasos, creedme, belive me.
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